MIRANDO AL CONFINAMIENTO
Lo que escogí, no se si se considera un objeto, pero bueno.
Elegí mi ventana. A través de mi ventana, puedo observar un trozo de la calle, que de alguna manera, era el único contacto con el exterior que tenia durante las semanas de confinamiento.
También puedo observar el cielo, cosa que me encanta, porque yo amo sacar fotos a puestas de sol o simplemente a las nubes.
Puede parecer raro que una simple ventana transmita tanto, pero es que es verdad, durante esos días, me asomaba a ella y contemplaba que no había ni un alama en la calle, daba una sensación extraña.
Había días en los que el viento movía mis cortinas, eso me producía una sensación de felicidad, no entiendo la razón, pero pasaba.
Cuando llovía, las gotas chocaban contra el cristal, y si era por la noche, se agradecía bastante, ya que me ayudaban a dormir.
Durante esos días hubo tanto tiempo para pensar en todo que ahora valoramos hasta el suelo.
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