20 MINUTOS PARA CONTAR
Ana estaba histérica, se metió en el coche y empezó a conducir por las calles de Nueva York súper rápido, como si no hubiera un mañana.
Varios taxis le pitaron porque llevaba un exceso de velocidad y era un peligro, pero Ana no apartaba la vista del frente ni el pie del acelerador, no quería llegar tarde a su entrevista de trabajo por nada del mundo.
Cuando estaba justo a 3 manzanas de la oficina de periodismo (donde iba a ser la entrevista), se empezó a escuchar la sirena del coche policía, Ana se giró y vio que la estaban siguiendo, pero ni siquiera eso iba a impedirle conseguir el trabajo de sus sueños.
Por fin llegó al sitio, pero se encontró con la sorpresa de que no había ni un sitio para poder dejar el coche, eso le asustó, pero no tardó mucho en encontrar una solución.
Dejó el coche en medio de la carretera, y salió corriendo en dirección a la oficina, el haber dejado el coche ahí en medio, provocó un gran accidente, pero ella decidió no mirar.
La policía se había quedado en el tremendo accidente, de echo, haba sido uno de los coches que impactaron con el de Ana.
Ana ya estaba frente a la puerta de la oficina, respiró profundamente, se acomodó un poco el traje y decidió entrar.
Estuvo como 3horas allí dentro, pero no salió muy contenta, su cara lo decía todo.
Al salir estaba tan cabreada que decidió ir a relajarse al gran puente con vistas al lago.
Cuando llegó allí se asomó y empezó a pensar en todos los fracasos que se le iban a venir encima a partir de ahora, así que se subió al borde del puente y decidió tirarse...
-RIIIIIIIIIIING- la alarma del despertador de Ana empezó a sonar.
Ana se sienta rápidamente en la cama y con el alivio de que todo era un sueño, y de que iba a poder llegar a tiempo a su entrevista.
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